Quaestio an sit licitum provocare aborsum 1

Gentile de Foligno

Quaestio an sit licitum provocare aborsum 1

Revista de Filosofía Open Insight, vol. 11, no. 23, 2020

Centro de Investigación Social Avanzada

  1. Cuestión en la que se pregunta si sea lícito provocar el aborto. Se responde a partir de Dino del Garbo qué es el aborto: es la salida del feto en un tiempo en el que aún no está completo y, por eso, sale muerto o es parido vivo. En suma, el aborto se asume extremadamente como la salida del concebido antes de la hora debida, o algunas veces, cuando sale muerto en la hora debida.

  2. El parto natural tiene causas naturales, y por eso es, según el período ordenado, sin duda diverso entre el séptimo y el noveno mes. Pero el aborto es la salida accidental, y por eso, puede ocurrir en cualquier tiempo; y porque está [el aborto] contra la naturaleza, sus accidentes son más fuertes que los del parto natural, como Dino expone en el Capítulo del aborto de Avicena. Esto es verdadero por igual para las cosas anteriores, por ejemplo, si el parto sea en el séptimo mes y el aborto en el mismo mes, entonces los dolores son mayores en el aborto porque es una salida contra la naturaleza. Pero refiriéndose a tiempos diversos, no se verifica como el aborto en el primer mes y el parto en el noveno.

  3. Si, pues, se entiende por dolor cualquier modo de daño, así se verifica en absoluto, pues en cualquier tiempo se da el aborto, y más por esta causa se daña a la madre que por causa del parto natural. Y por eso las mujeres que frecuentemente abortan contraen enfermedades de la matriz, las cuales no contraen las que paren. Dice también Dino del Garbo que es mejor cierta exposición [a las enfermedades].

  4. Se ve también que el discurso de Avicena se refiere al aborto del feto ya implantado, de donde se sigue que en la ruptura de los ligamentos sólidos hay un daño y un temor de hemorragia, lo que no está en el parto natural, ya que los ligamentos están ya débiles como los frutos en los árboles, como se dice en el primer capítulo en la cuarta parte del libro de Los aforismos. Y, por eso, cuando los ligamentos están firmes, como desde el cuarto mes hasta el quinto, es mayor el temor de aborto y se corrompen, es decir, mueren las mujeres frecuentemente en esto, como Aristóteles dice en el cuarto libro de La Historia natural de los animales.

  5. Cuando se pregunta si acaso se permita provocar el aborto, no investiga el hombre si sea lícito por lo primero antes mencionado [por naturaleza o espontáneamente], sino si sea lícito según el arte que tiende a la salud de los cuerpos humanos; y se dice que: o el feto está muerto o corrompido, o si hay expectación de que esté cercano a morirse, entonces lo debe [el médico] traer fuera, pues a causa de esto se salva la madre. De ahí lo que está en el tercer capítulo del Canon de medicina sobre el aborto: “Cuando se hace difícil el parto por cuatro días, entonces ya se muere el feto, esto es, no se espera que tenga vida. Por razón de que estés preocupado por la vida de la madre y no por la del feto, por cierto, estudia extraerlo. Pero si no estamos ciertos de que el feto esté muerto, ni de que se haya corrompido, entonces la mujer es de la que tememos en el parto, ya o porque es muy cerrada y pequeña en el cuello de la matriz, o porque, débil, no puede expulsar al feto cuando esté completo, y entonces el médico debe prevenirlo, y antes de que se complete el feto debe hacerlo salir. Si no está completo cuando puede ser expulsado, se muere la madre”.Y esta es la sentencia de Avicena en el capítulo del aborto.

  6. Y por eso, si ya se ha llegado a esto, en tanto esté completo [el feto], el médico no debe trabajar en su extracción. Dice Dino del Garbo: “Con todo, creo lo que está así, pero creemos que cortando y operando con ganchos se puede extraerlo miembro por miembro o molerlo, no es aquello de lo que temo”. Y así, si es de este modo, no debe el médico provocar el aborto, como es notable que a causa de los adulterios esto frecuentemente se requiere. Si, por el contrario, sea por enfermedad, entonces, dejando estas palabras de Dino del Garbo, me muevo hacia otra cosa; más claro lo digo: que bien, a partir del aborto no se hace ninguna utilidad y así no debe de provocarse; [si, por ejemplo] tiene [la mujer] una saludable fiebre débil, la cual puede tolerar a la vez con el embarazo. O bien, se hace una utilidad en esto o porque la naturaleza dirige de un lugar a otro las condiciones. E intenta críticamente con aquel aborto y no puede completarlo, y entonces el médico se ayuda con su provocación. La mujer muchas veces tiene crisis con el aborto. Como está en el cuarto [libro] del Canon de medicina, en el segundo capítulo sobre los signos: “La crisis en modo universal, se da a que no se pueden usar fármacos o las flebotomías necesarias sin temor del aborto, y hace [el médico] estos alivios —esto es: la flebotomía y los fármacos—, por más que crea que haya aborto por ellas no se puede ayudar a la madre de otro modo que así”. Sin embargo, es más valiosa la madre que el feto puesto que la madre es un cuerpo viviente completo y del concebido no estamos seguros qué será. Y esto entendió Alí Abbás de modo práctico en el primer capítulo de la Cura de las embarazadas.Yo, en verdad, cuando acaece tal caso, digo que esta flebotomía conviene a la madre, pero podría poner en riesgo al feto. Hagan lo que a ustedes les plazca. Se ha explicado. A Dios gracias.

Notes

1 Fuente: Schaefer, R. J. (1913). “Gentile da Foligno. Über die Zulässigkeit des artifiziellen Abortes (ca. 1340)”. En Archiv für die Geschichte der Naturwissenschaften und der Technik, 6. Band: Festschrift zur Feier seines 60 Jährigen Geburtstages Karl Sudhoff (am 26. November 1913), Leipzig: L. C. W. Vogel; pp. 321-328 (para el texto latino: pp. 325-326).

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Revista de Filosofía Open Insight
ISSN: 2007-2406
Vol. 11
Num. 23
Año. 2020

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