El origen cristiano de la ciencia moderna

Palabras clave: Neoplatonismo, Hegelianismo, Filosofía de la ciencia

Resumen

Nadie discute que la física matemática con vocación universal nació en el siglo XVI en Europa occidental y que no se encuentra ni antes ni en ningún otro lado. Sin duda la encontramos hoy en todo el mundo, pero el hecho es que sólo se encuentra allí en donde el cristianismo también se presenta como religión, o al menos en aquella civilización a la que no tenemos motivos para no llamar cristiana. Indudablemente no es sólo la ausencia del bautismo lo que impidió e impide aún que los salvajes de todo tipo se involucren en la física matemática. ¿Pero entonces qué impidió que los habilidosos chinos, que sin embargo impusieron a grandes masas una civilización altamente diferenciada y extremadamente refinada, lo hicieran? ¿Por qué los indios, que se beneficiaron de las artes y ciencias helénicas e hicieron que muchos otros pueblos se beneficiaran de ellas, nunca intentaron exceder en el campo científico y técnico los límites, estrechos por lo demás, que habían heredado?

Biografía del autor/a

David Raúl Carranza Navarrete, CISAV
Licenciado en filosofía por la UAQ.

Citas

Melanges Alexandre Koyrè, II: L'Aventure de l'esprit, Paris 1964, pp. 295-306.
Publicado
2020-06-23
Cómo citar
Kojève, A., & Carranza Navarrete, D. R. (2020). El origen cristiano de la ciencia moderna. Open Insight, 11(22), 187-197. https://doi.org/10.23924/oi.v11i22.459
Sección
Hápax Legómena